Trío Maresía

 Trío Maresía

Cuando pienso en Maresía pienso en la amistad. Este trío que nació cuando convergimos Alvaro, Noemí y yo en la Escuela de Música de la Laguna como profesores cada uno de su instrumento. Fue una causalidad perfecta. Noemí y yo veníamos de hacer el dúo Tilellit y teníamos ganas de abordar otras sonoridades. Álvaro entró un día en mi clase y me dejó caer la posibilidad de tocar juntos. Yo no lo dude y recogí el guante proponiendo empezar enseguida. Desde luego los tres teníamos ganas pues fue dicho y hecho.

La idea inicial de Maresía era del mismo palo que la de Tilellit: estrenar obras de autor canario y tocar el repertorio más clásico pero con lo primero estuvo imposible. En 2016 cuando voy a ver los archivos de Cosimte no existía nada para la formación en ellos. En 2017 casualmente David  Martel escribió una obra para estudiantes del conservatorio que querían probar suerte en el concurso de cámara de Caja Canarias. 

Entre tanto nosotros fuimos montando obras de Beethoven, Piazzolla, Brahms... pero queríamos ampliar fronteras. Primero hicimos una adaptación del trío número 1 de Shostakovich (dificilísimo para el clarinete) y poco a poco yo me decidí a hacer adaptaciones de obras más populares para las propinas o bises de los conciertos.

 Entre ellas obras de Johann Strauus, Puccini, Banda Sonoras e incluso una adaptación completa de los Cantos Canarios de Teobaldo Power para nuestra formación piano, clarinete en Si bemol y violonchelo. Está última fue un trabajo descomunal de la parte de piano, me costó muchísimo al no ser pianista.

Otra de las adaptaciones que me costó mucho para la formación fue el segundo movimiento de la tercera sinfonía de Beethoven la “Eroica”. Por aquel entonces yo andaba obsesionado con este movimiento, me parece aún una de las páginas más intensas del compositor de Bonn, y tarde casi un mes sin parar en lograr ensamblar todas las partes. Desgraciadamente no lo pudimos interpretar nunca en público.

Cómo decía había muy poco o nada para la formación tanto en Promuscan  en las Palmas, como en Cosimte en Tenerife así que decidí dar el paso y empezar a escribir mi primer trio para Maresía. 

Por el 2014 yo había escrito una pieza en tres movimientos para Tilellit llamada “Sueño Mudejar”, una obra que quería mezclar lo moruno con lo español y lo contemporáneo. Decidí reciclar su segundo y tercer movimiento y hacerlo solo uno para el primer trio. Escribí el primer movimiento bastante rápido utilizando técnicas extendidas para los tres instrumentos, el segundo sonaba muy de raíz y con armonías modernas y el tercero quería que fuera otro contraste. Empecé a escribir una cadencia emocional para el piano de carácter muy improvisatorio. Y ahí dejé de escribir. Por causas naturales de la vida las ocupaciones cambiaron y no podía dedicarle más tiempo a la composición. Era el año 2018. 

Pero durante enero 2022 Juana Bolaños (Juani) me dijo de tocar en los Caprichos Musicales de Isla Baja con el Trío y que todo iba sobre la temática de America. Decidí que podía revisar el trío que había guardado en el cajón (en realidad en un disco duro) y darle un aire más “Latino”.  Se me ocurrió añadir una cadencia para el clarinete en el segundo movimiento que fuera cada vez más intensa. Luego reescribí por completo el primer movimiento dandole valores más estables pero largos y determinando más claramente lo efectos de cada instrumento. Terminé el tercero en una semana de marzo. 

Sentí que estaba des compensada toda la obra. El primer movimiento me había quedado muy místico y plano para no romper el clima. El segundo el clarinete era el actor principal con su cadencia y los difíciles pasajes picados que había escrito, con aire muy andaluz y moruno. El tercero el piano tenía una cadencia a principio de movimiento que luego convertirÍa en pura energía de las sonoridades del jazz que resuena un poco al que se fabricaba al oeste de Estados Unidos sobre los años ochenta. Entonces me di cuenta que tenía que cerrar el circulo escribiendo un otro movimiento dando centralidad al violonchelo. Pero escribir esto lo pospuse hasta finales de abril y finalmente lo hice en 2 noches. Un cuarto movimiento con una cadencia de violonchelo acompañada por palmas del clarinete y piano. 

Además de ser un movimiento que reúne dos temáticas rítmicas nuevas comprime las esencia de los tres anteriores con las sonoridades de cada uno de los instrumentos. 

Yo quedé muy satisfecho con el resultado. Cierto es que no es un trío casual. De una son la estética y una sola idea pero  viendo el resultado y los 27 minutos de música creo que se identifica mucho con mi mundo interior. 

Lo llamé Terra Nova, en primer lugar porque así se llama una Isla que está cerca de Canadá y se sabe con certeza que los romanos llegaron ahí. Ya que todo el festival hacía alusión a América  yo quería hacer homenaje aquellos que viajaron hacia un lugar desconocido para abrir ampliar el mundo sin la certeza si volverían o si entrarían en un abismo según sus creencias. Cada movimiento tiene una alusión algún punto del viaje. 

El primero Océano, pues cuando estás apunto de embarcarte hacia lo desconocido estoy seguro que en tu mente las preguntas de que les depara ese lugar, la vista hacia el horizonte infinito, el silencio atronador del mar en calma que masca una tormenta, es y debía ser una fuerza poderosa sobre la psique de los valientes marineros. 

El segundo movimiento hacia referencia al trajín y al movimiento constante del Puerto. Desde época de fenicios y romanos los puertos son lugares de continuo movimiento, preparación, entrega, carga  y venta de cosas. Un lugar convulso como este momento musical.

El tercero La Travesía,  es casi una continuación al momento de ver el océano pero esta vez las olas marcan el vaivén de las emociones. No hay tiempo para el miedo o la incertidumbre pero sí para la nostalgia, la faena, la esperanza o para los atardeceres espectaculares que hacen resonar nuestro corazón y nos calma (como al final de este movimiento).

Y cuarto movimiento Tierra es toda la agitación que lleva encontrar por fin el final del viaje a salvo y al mismo tiempo el convencimiento de haber hecho algo increíble: Cruzar el mar encima de un pequeño barco a vela hacia un rumbo desconocido. 

Esta son las ideas que perseguí en la descripción de la obra pero ciertamente es algo totalmente subjetivo y en Maresía lo comentamos varias veces. 

Esa ocasión también estrenamos la obra de Sergio Rodríguez “Malpaís” versión trío con clarinete pues ya se había estrenado para trío clásico. Sin pensar en mejores o peores la versión para clarinete gana sonoridad. También porque la paleta de colores se amplía. 

En definitiva Maresía ha sido un proyecto de larga duración y continuidad. Hemos hechos cosas verdaderamente originales  y le hemos puesto el corazón en ellas. Creo que aún queda camino por hacer para rato, la cuestión es sí la vida nos dejará reunirnos ya que a ambos lados vamos ampliado la familia y eso significa ocupación suficiente para rato. 

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